- 28 enero, 2013
- Publicado por: administrador
- Categoría: Administración
Antes de iniciar cualquier cambio, es importante plantear dos preguntas: ¿qué buscas? y ¿cuáles son los pasos intermedios para llegar ahí?
Por ejemplo, si el objetivo es cambiar el nicho de mercado para duplicar las ventas en los próximos tres años, la meta central es: duplicar ventas en tres años.
¿Qué haces para llegar ahí? Después de identificar el objetivo principal del cambio podrás centrarte en los elementos secundarios, como transmitir el objetivo al equipo, adaptar la mercadotecnia, renovar la imagen del producto, redefinir el precio.
Una lista de objetivos no es una de buenos deseos. Las metas deben ser claras, medibles y alcanzables. Para que no te sorprenda un resultado poco exitoso, los especialistas recomiendan medir en un calendario los avances de las pequeñas metas que te acercan cada vez más al objetivo final.
Otra forma de organizar el cambio es ‘la ruta de los hitos’. Ésta establece que una etapa conduce a la siguiente en una cadena de éxito.
«Cuando llegamos a un hito es momento de involucrar a ciertas personas y realizar otros procesos. Así avanzamos».
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