- 16 abril, 2014
- Publicado por: administrador
- Categoría: Para CONTADORES
La responsabilidad de hacer tu declaración en tiempo y forma no solo recae en tu contador; no tener las facturas correctas, ni actualizar tu firma electrónica, pueden demorar su trabajo.
No actualizar tu FIEL, extraviar las facturas digitales o querer deducir hasta lo que gastaste en chicles, puede ser suficiente para que tu declaración se convierta en una monserga para tu contador.
“Al menos 70% de los contribuyentes tienen errores cuando verificamos si cumplen con la documentación correcta para realizar la declaración.
Cuando se trata de agilizar tu declaración, no todo es responsabilidad de tu contador, si bien no eres experto en impuestos, sí debes tener al corriente los documentos que el contador necesite para cumplir con tus obligaciones fiscales.
Antes de culpar a tu contador por no haber hecho a tiempo tu declaración o no obtener saldo a tu favor, haz un recuento de los errores que pueden entorpecer tu declaración anual y evítalos.
1.No actualizar tu FIEL. Para realizar tu declaración fiscal anual o mensual, tu contador necesitará que le proporciones tu Firma Electrónica Avanzada (FIEL), ésta será tu identificación oficial y funciona como una firma autógrafa para cualquier trámite que quieras realizar en el SAT. Tiene una vigencia de cuatro años.
“Éste es un trámite que le corresponde hacer al contribuyente. Si es la primera vez que la tramita tendrá que solicitar una cita por internet al SAT e ir personalmente; posteriormente se puede renovar a través del portal”.
2. No revisar facturas. Es común que por las prisas o flojera de no esperar que te entreguen una factura por algún consumo aceptes cualquier papel sin revisar que tenga el Registro Federal de Contribuyente (RFC) de quien lo emite.
“Las facturas que el contribuyente utilice para comprobar sus ingresos y egresos deberán ser emitidas dentro del período fiscal, deben tener el domicilio fiscal y nombre de quien las emite, así como el IVA expresamente desglosado”.
Sacar comprobantes fiscales por debajo de las piedras en el último momento también puede ocasionarte errores. No puedes exigir facturas de última hora porque quien te prestó sus servicios seguramente ya hizo su declaración.
3. Querer hacer deducible todo. Las personas físicas pueden aplicar las deducciones personales previstas en el artículo 176 de la Ley del ISR y los gastos estrictamente indispensables derivados de su actividad económica.
“Muchas personas quieren deducir hasta los alimentos que compran en el supermercado y eso no es válido. Si quieren un saldo a favor, sus gastos deben estar completamente justificados”.
Entre los gastos que son deducibles están los honorarios médicos y hospitalarios, “sin contar las medicinas que se compren en farmacias”.
En el caso de los alimentos solo el 12.5% de los gastos que hagas en restaurantes serán deducibles. Pero no podrán serlo si las consumes en lugares a 50 kilómetros de tu domicilio fiscal, especificó el socio director de Potential Consulting.
Los gastos funerales, donativos, primas por seguros de gastos médicos, dentales, transporte escolar obligatorio, aportaciones complementarias para el retiro, colegiaturas y los intereses reales de crédito hipotecarios también serán deducibles.
4. No pedir a tiempo tu constancia de retenciones. Si eres profesionista independiente o quieres hacer tu declaración por salarios debes pedir con anticipación a las empresas para las que prestes servicios profesionales la carta de retención de impuestos. Expedir este documento puede tardar al menos dos semanas.
En caso de querer solicitar la devolución por intereses de crédito hipotecario, también debes avisarle a tu banco que necesitarás tu carta de retenciones con tres días de anticipación para que se la entregues a tiempo a tu contador.
5. Contratar a un inexperto. Los especialistas recomiendan buscar a un contador público titulado para llevar tu contabilidad. No confíen en cualquier escritorio público que les garantice que en media hora estará lista su declaración. “Puede haber muchos errores y ellos no se harán responsables”.
6. No guardar tus comprobantes anteriores. El SAT tiene la facultad de solicitarte tus facturas digitales o en papel de cinco o 10 años atrás, según sea el caso.
“Me he dado cuenta que los clientes borran sus correos porque no saben interpretar los archivos PDF y HTML que vienen en las facturas digitales, pero la recomendación es que todos esos correos se los reenvíen a su contador, él ya sabrá qué es deducible y qué no”.
7. No verificar tus folios fiscales. Si eres un prestador de servicios y emites comprobantes fiscales digitales, debes revisar que tus folios o números de facturas estén vigentes. “Los folios te los puede otorgar el SAT o a través de tu proveedor de Factura electrónica”.